El contenido inteligente puede entenderse como aquel pensado en las características del prospecto que lo consume, en sus intereses y en la fase del recorrido de compra en que se encuentra.

Cómo aplicar el smart content

Como ya se señaló, el contenido inteligente consiste en entregarle al prospecto lo que está buscando. Por lo tanto, no te conviene para nada publicar una pieza tras otra a la ligera. Así sea de excelente calidad. Si no responde a los intereses del usuario, este abandonará el sitio antes de consumirla y mucho menos se tomará el tiempo para llenar un formulario o consultar sobre tus productos o servicios.

Trabaja en conocer a tu público objetivo. Para ello, utiliza todas las herramientas de analítica web que te permiten deducir su comportamiento en Internet; localización, keywords con que realiza sus consultas, formatos de contenido que más consume, redes sociales en las que hace presencia y demás datos útiles para crear contenido a su medida.

Dónde aplicar el smart content

Al hablar de lugares comunes donde suele aplicarse el contenido inteligente, destacan los siguientes:

Personalización de Emails

Gracias a los Leads captados a través de diferentes técnicas, y clasificados mediante procesos de Lead Scoring, es posible enviarles a los prospectos Email Newsletters con la información de su interés.

También se pueden usar los campos personalizados de herramientas como HubSpot, que automáticamente le dan un toque personal a cada correo. Por ejemplo: un “Buenas tardes, estimado Javier”.

Automatización del marketing

De acuerdo al comportamiento del cliente en tu tienda online o de la etapa del proceso de compra en la que quedó, se le envía un email al respecto. Por ejemplo, si abandonó la compra en el momento de pagar, el mensaje le recordará que tiene un carrito de compras lleno. Pero si solo estuvo leyendo reseñas de producto, el correo puede llevar un CTA o un anunció relacionado con su consulta.

Call to Action (CTA)

Las llamadas a la acción pueden hacer parte de las estrategias de contenido inteligente cuando se presentan de acuerdo a la fase del recorrido del comprador en que se encuentra el prospecto

Imagina que estás leyendo una entrada de blog sobre el comportamiento de los gatos en sus primeros meses de vida. Si lo haces, es porque tienes un gatito o porque te interesa el tema. En ese sentido, un CTA que te invite a descargar un ebook sobre “enfermedades felinas” es más inteligente que uno que te invite a comprar comida para gatos adultos. Por la lectura del usuario, es fácil entender que aún se haya en la etapa de Conciencia. También sería smart un CTA que te lleve al formulario para bajar la segunda parte de “enfermedades felinas” si ya cuentas con la primera.

Tu sitio web

Obviamente, tu website es el epicentro de toda estrategia de contenido inteligente. Un ejemplo básico de su aplicación, es adaptar el idioma, el diseño y la presentación de ciertos contenidos de acuerdo a la configuración del navegador del usuario, su localización y su historial de visitas, si lo hubiera.

También es Smart, aunque suene a tradicional y muchas veces repetido, generar contenido cien por ciento consistente con las palabras clave empleadas. Si el usuario digita “Cómo alimentar a un mastín tibetano”, que el artículo al que lo dirijas trate el tema y no, por ejemplo, “cómo educar a un mastín napolitano”. Todo es cuestión de conocer a tu público objetivo, monitorear su comportamiento en la red e implementar algunas técnicas de automatización.