¡Es indudable! Para mantenerse y crecer en medio de un mercado altamente competitivo, con infinitos estímulos y opciones de consumo; las empresas deben ser capaces de brindar a los usuarios experiencias digitales únicas y atractivas. Entonces, ¿dónde tendrían que enfocar sus esfuerzos?

1. Formar equipos con personal capacitado en estrategia de contenidos

Idear, planificar, diseñar, desarrollar y gestionar contenidos, además de analizar el rendimiento de éstos; requiere de competencias fundamentales que permitirán entregar al público, información útil, novedosa, funcional y de calidad. Por cierto, cada empresa tiene prioridades y requerimientos distintos, pero veamos algunas de las exigencias que conlleva una estrategia de contenidos:

• Estudiar al mercado, la competencia y los consumidores.
• Inventariar y auditar contenidos propios y de terceros.
• Definir objetivos y estrategias.
• Establecer el tipo y formato de los contenidos.
• Aplicar técnicas SEO, para lograr un buen ranking en los motores de búsqueda.
• Disponer cuáles serán los canales de difusión.
• Medir los resultados frecuentemente y ofrecer recomendaciones que optimicen el rendimiento de los contenidos.

En síntesis, no solo se necesitan personas con excelentes habilidades para redactar y un amplio criterio de edición, también es crucial tener conocimientos sobre redes sociales, medición y análisis de datos, gestión de proyectos, diseño UX y mucho más. Por ello, algunas empresas optan por contratar una agencia de contenidos especializada en Marketing Digital, en vez de tener un equipo propio. Sin embargo, formar a un grupo potente, con profesionales que posean talentos en múltiples áreas, siempre será una enorme ventaja competitiva.

2. Potenciar la automatización para administrar el contenido estratégicamente

De acuerdo a la Encuesta sobre Gestión y Estrategia de Contenido, realizada por el Content Marketing Institute, sólo el 20% de los entrevistados describe a su empresa como experta o avanzada en automatización. Entonces, la necesidad de crecer en esa materia, es indiscutible.

El mismo informe establece que cuando los procesos relacionados con el contenido se automatizan e integran con éxito; ese tiempo que se gasta en procedimientos y tareas internas obsoletas, se convierte en un importante activo para destinarlo en otras actividades de valor que beneficien al público y, por supuesto, a la empresa.

Por ejemplo, veamos lo que ocurre con el Email Marketing. Es totalmente anacrónico mandar mensajes de modo individual a una base de datos conformada por cientos de suscriptores. Para eso existen herramientas que optimizan la calidad del contenido y disminuyen el tiempo que requiere el proceso de envío.

Otros casos donde la automatización entrega excelentes resultados, son la programación de acciones en redes sociales, la construcción de listas de contacto según criterios predefinidos, la segmentación de una database, y la creación de informes sobre el rendimiento de una campaña. Hay muchas alternativas para explorar.

3. Identificar la tecnología correcta y emplearla con total ventaja

La encuesta del Content Marketing Institute, entrega un dato que llama a reflexionar. Afirma que el 51% de los encuestados no han adquirido la tecnología adecuada para administrar el contenido en sus empresas. Mientras el 35% sí la tiene, pero no aprovecha todo su potencial.

Obviamente, en este ítem también entra la automatización; aunque solo el 4% de quienes fueron entrevistados califica para la categoría de experto en esa materia. Y, ¿con qué automatizamos? Herramientas como HubSpot, Marketo y Trello, son buenas opciones.

Pero la tecnología tiene un grado de sofisticación bastante más amplio del que se piensa. Por ejemplo, la inteligencia artificial; que plataformas como Netflix usan para mejorar las predicciones sobre el tipo de contenido que sus usuarios desean ver.

Y no olvidemos la presencia de las realidades virtual y aumentada, donde existe un campo muy valioso que no todos exploran. Un buen caso, es el del periódico The Guardian, que ha sabido integrar a la perfección su contenido con técnicas inmersivas.

4. Administrar el contenido como un activo comercial

Como lo explica el Content Marketing Institute, esto se refiere a la existencia de un proceso donde hay una inversión directa y un objetivo de aumentar el valor con el tiempo. De hecho, el 43% de los encuestados dice tener una estrategia documentada para administrar el contenido como un activo comercial.

Siendo más específicos, ese proceso implica abordar múltiples etapas, como la planificación, creación, difusión, actualización, análisis, entre otras actividades. Lo que, como vimos, se puede realizar con la ayuda de una agencia de contenidos o formando un equipo propio con las habilidades y conocimientos técnicos correspondientes.

Es más, si analizamos lo expuesto en el punto anterior, la tecnología también permite gestionar el contenido como un activo comercial. Por ejemplo, imagina lo que puede aportar el uso de chatbots con inteligencia artificial o el desarrollar una aplicación móvil altamente eficiente. Hay muchas estrategias que podrías concretar.

Ahora, ¿cuáles son los beneficios de adoptar un enfoque estratégico en la gestión de contenidos? Podríamos mencionar varios, pero, tal como destaca el Content Marketing Institute; ello permite aumentar el alcance de la información, optimizar la entrega del contenido a la persona adecuada, y mejorar la experiencia del cliente. Pero también es una ventaja competitiva y comercial para la empresa. Por eso, la necesidad de invertir en talento, procesos eficientes y tecnologías adecuadas.