Cómo el espacio digital ha transformado la vida moderna

Para las nuevas generaciones, es difícil imaginar un mundo donde alguien debía acudir a una tienda de discos para adquirir físicamente el nuevo sencillo de su cantante favorito, o los fines de semana a Blockbuster para rentar algunos videos y organizar una función de cine en familia.

De la misma manera, para la Generación Z, el radio, los telegramas y los diarios impresos, son asunto del pasado. Incluso los discos compactos, ahora representan tecnología que causa nostalgia, usada ocasionalmente por sus tíos y padres.

Todo ello ha sido reemplazado por la tecnología digital. El streaming, las descargas digitales, las redes sociales y los contenidos en línea, son los elementos que, gracias al internet de alta velocidad y los sofisticados dispositivos fijos y móviles, ahora al alcance de la mayoría del público, despiertan el mayor grado de interés y consumo entre público de todas las edades.

¿Pero esto, puede ser considerado positivo o negativo? Realmente, los beneficios son mayores a las pocas desventajas que pudieran existir. Ahora, es más sencillo estar en contacto con amigos y seres queridos sin importar la distancia. Por otra parte, las opciones de entretenimiento se han multiplicado como nunca antes

Además, todo tipo de empresas han sido capaces de alcanzar grandes audiencias, gracias a las elaboradas campañas de Marketing de Contenidos a través de diferentes medios, mismas que les permiten despertar un alto grado de interés en su oferta, invirtiendo menos dinero del que solía gastarse en la publicidad tradicional.

Pero, ¿cuál es el costo de estar conectados todo el tiempo y a dónde nos llevará esto como sociedad?

La falta de convivencia humana: un fenómeno real e innegable

Actualmente, un gran número de personas han desarrollado adicción por las redes sociales y la información que se comparte a través de cada una de ellas. De la misma forma, los gamers parecen no querer separarse de los juegos en línea, mientras que otro segmento de público podría estar viendo cientos de videos, películas y series en YouTube y Netflix todo el día, sin parar.

Todo lo anterior ha generado un cierto deterioro en las relaciones humanas, debido a la falta de convivencia real y la poca atención que se le presta a otras personas, tanto en el trabajo como en casa. Incluso, irónicamente, son en las redes sociales donde abundan las imágenes al respecto, advirtiendo sobre el peligro que representa dejar que el tiempo transcurra, sin aprovechar el contacto con nuestros seres queridos.

Sin embargo, esto se debe a una sencilla razón, que analizaremos a continuación.

La falta de equilibrio: el origen de todo problema

La información que las marcas entregan a través de sus estrategias de Marketing de Contenidos, así como los videos, películas, noticias digitales y demás formas de comunicación en internet, pueden ser realmente opciones maravillosas para estar actualizado en todos los sentidos.

Por lo tanto, condenar lo que internet nos entrega, realmente es un error. Mientras alguien se expresa en contra de lo que el universo digital nos brinda, otra persona disfruta la magia de leer un libro clásico en formato físico, para más tarde disfrutar de un rato de esparcimiento a través de Netflix, con familia y amigos.

Asimismo, el placer de leer un diario impreso en el desayuno, no debe estar peleado con el hecho de informarse adecuadamente en la red e incluso contrastar la información de ambas fuentes. Internet nos brinda grandes posibilidades, pero no debemos perder de vista la importancia de conversar, comunicarnos y entendernos rostro a rostro. Tus amigos, hermanos, pareja y familia en general lo están esperando y lo agradecerán más de lo que piensas.

¿Cómo lograr ese equilibrio?

Para desarrollar el balance entre convivencia humana real e interacción digital. Disfruta de todo lo que la gran carretera de la información tiene para ofrecerte, pero no descuides ninguno de estos aspectos:

-La atención que le prestas a otros seres humanos al convivir con ellos y eso incluye a tus colegas de trabajo.

-El apoyo emocional a tus hijos y pareja.

-Disfrutar de actividades al aire libre, al lado de tu mascota, familia o incluso solo.

-El cuidado que te das a ti mismo. Recuerda, por ejemplo, que 4 o 5 horas de actividad física a la semana, son insignificantes en comparación al tiempo que navegas en la red, en ese mismo periodo de tiempo.

El mundo digital es fascinante y por otro lado, la convivencia real con tus seres queridos, es invaluable. No sacrifiques una cosa en nombre de la otra. Por el contrario: aprovecha las ventajas que un perfecto balance entre ambas experiencias te brindan.

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