1. Leer e informarse constantemente sobre nuevos temas y tendencias

La lectura habitual llevará lo llevará a estar bien preparado y actualizado. Por lo tanto, tiene que ejercitar su curiosidad innata por conocer la información más reciente en el ámbito del marketing digital, así como también en temas de actualidad en general.

2. Ante todo paciencia y respeto

La comunicación con los redactores y jefes superiores no siempre será fácil o agradable. Por ello, debe ser paciente a tal grado, que se convierta en un hábito ver el lado positivo de cada situación. Las correcciones, sugerencias y mejoras al trabajo de su equipo tienen que señalarse de forma amable, siempre con la finalidad de mejorar la calidad del contenido.

3. Revisar las tareas al menos cinco veces

En cada ocasión podrían surgir nuevos errores que pasaron inadvertidos previamente. El editor de contenidos tiene que habituarse a revisar los artículos varias veces. Se recomiendan cinco, pero esto va a depender de lo extenso del trabajo y el criterio personal. De cualquier forma, frente a una nueva revisión se reducirá el margen de equivocación antes de la publicación.

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4. Aportar nuevas y valiosas ideas

Otro buen hábito es sugerir mejoras a los redactores, así como contribuir con sus conocimientos para implementar nuevos modelos de trabajo o mejorar los ya existentes. Esto es importante para que el trabajo sea dinámico y el equipo sea receptivo a nuevas ideas que agreguen valor al contenido.

5. Prestar especial atención al SEO Social

Es tanta la importancia de las redes sociales actualmente, que todo lo relacionado con ellas debe ser discutido por separado. El editor también necesita absorber día a día los conocimientos necesarios sobre este tema y estar pendiente de la retroalimentación de sus seguidores. Esta combinación de factores es esencial para crear contenidos diseñados especialmente para páginas como Facebook, Twitter o Instagram, y aprovechar l os millones de visitantes potenciales que pueden generar.

6. Obsesionarse con la calidad del contenido

Tiene que ser un hábito cotidiano: no es suficiente con que el resultado sea simplemente “bueno”, sino que debe ser excelente. Esto se logra con una labor exhaustiva y cuidadosa en todo momento.

7. Saber escuchar a los demás

Así como transmite y aplica sus conocimientos, también tiene que convertirse en un experto escucha de las sugerencias de otros. Su oído afinado y percepción personal lo llevarán a tomar en cuenta las ideas de su equipo, para después adoptar las mejores durante el desarrollo del trabajo.

8. Entregar retroalimentación constante y adecuada a sus redactores

De esta manera ellos sabrán en qué se han equivocado para realizar las correcciones pertinentes.

La labor de un editor de contenidos es sumamente importante, ya que es el responsable de darle el toque final de calidad al trabajo del redactor. Cada uno de estos ocho hábitos lo ayudarán a conseguir la excelencia, así como a estar preparado ante los cambios que surjan y al mismo tiempo actualizado en los temas que requieren su total atención.