La ilusión de la “popularidad”
Por definición, un influyente es una personalidad capaz de generar atención entre miles o incluso millones de personas, las cuales están siempre atentas a lo que tiene para decir. Sus recomendaciones son muy valiosas, ya que garantizan tráfico y conversiones para la marca respectiva. Además, un personaje de este estilo otorga un voto extra de confianza a la compañía que promueve.
Sin embargo, todo esto puede ser ilusorio. En teoría, la popularidad de un influencer puede fortalecerse artificialmente por varias razones. Entre ellas están:
– Las campañas de publicidad pagada en su beneficio para generar visitas, “likes” y seguidores a sus proyectos.
– El trabajo que a su vez ellos han realizado para promover su marca personal a través de terceros.
– Aunque es una práctica sin ética, también puede darse el caso de que uno de ellos recurra a reseñas ficticias sobre su trabajo, especialmente al principio de su carrera, para generar atención y prestigio.
Asimismo, hay otro aspecto importante que interviene para que la fama de un influencer se expanda a través de las redes sociales, como lo vemos a continuación.
La conexión de los Influencers con su red y cómo esto crea un efecto ilusorio
Veamos los siguientes casos:
– El influyente A posee una red compuesta de la siguiente forma:
– 100 mil seguidores, de los cuales un 95% son fans de su trabajo y un 5% son otras personalidades similares a él, de su mismo nicho y de algunos otros.
– Por su parte, el influyente B tiene una red distribuida como sigue:
– 35 mil seguidores, de los cuales un 50% son personas comunes y el resto son otras personalidades bastante reconocidas en su campo.
Imagina que vas a contratar a uno de los dos. Tienes que poner en la balanza las desventajas y ventajas, así como el impacto que tendrá la decisión en tu estrategia de social media. Así, tenemos los siguientes escenarios:
– El influyente A brinda la ventaja de contar con un público fiel sólido y atento, el 95% del que hablamos. Por su parte, el 5% restante son colegas que han contribuido a fortalecer su prestigio. Así, en términos de psicología en las redes, las dos ventajas que puede brindar a tu plan digital son:
– El enorme número de seguidores, el cual es determinante para impresionar a tus posibles prospectos. Si el influyente va a recomendar un nuevo producto tuyo, el dato de los 100 mil seguidores será el punto de partida para impresionar a la audiencia.
– El impulso que ese 5% de influyentes le da a su propio nombre. Por supuesto, para tus prospectos será importante saber que una parte de los seguidores de la personalidad en cuestión son otras personas de renombre.
– El influyente B, por su parte, cuenta con menos seguidores, pero posee una gran ventaja que impactará psicológicamente al público al que se dirija el trabajo y esta es:
– El énfasis dado a ese 50% de personalidades importantes que a su vez lo siguen. Es decir, será importante mencionar en el trabajo realizado que B tiene el apoyo de C, D, E, F y muchos más personajes que a su vez cuentan con una sólida base de fans. En este sentido, aunque tiene menos seguidores que A, supera a éste en el número real de influyentes que lo siguen.
Los likes y comentarios, ¿son siempre auténticos?
Como ya mencionamos, una práctica a la que recurren incluso marcas reconocidas, es la compra de seguidores y de “me gusta”, mismos que generarán comentarios en las publicaciones.
Aunque esto no es ilegal, realizarlo en exceso puede ser contraproducente. Después de todo, deseas que el influyente que contrataste posea una base real y sólida de seguidores. No obstante, puede combinarse esa técnica con el trabajo orgánico realizado, en una proporción del 30 y 70%, por ejemplo. Tal truco mental impactará al público y logrará el efecto deseado, el cual es generar atención y conversiones.
El trabajo de los influyentes en las redes sociales puede ser de gran ayuda. Es por ello que se deberán estudiar todas las posibilidades para aplicar las técnicas psicológicas que conduzcan al éxito, siempre de manera auténtica e inteligente.
