7 tips para mejorar la redacción y crear contenido de valor

Publicado el 1 Noviembre, 2018 por

Escribir es, sin duda, una de las habilidades más valoradas en marketing digital. Entrega voz a las marcas y les permite competir con mayor vigor entre los cientos de blogs y artículos que se generan día a día. Pero encontrar las palabras precisas, no siempre es una tarea sencilla. El contenido de una página web debe ser lo suficientemente significativo y de calidad, para atraer a los lectores e involucrarlos en la historia; lo cual plantea un camino desafiante para el redactor.

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Hay un escenario que hasta el escritor más experimentado ha debido enfrentar: la hoja en blanco y el cursor de escritura parpadeando por largos minutos. La mala noticia, es que no existe una fórmula mágica para revertir por completo esa situación. Pero la buena, es que hay una serie de actividades que aminoran, de modo considerable, esa indeseada “huelga neuronal” y ayudan a crear contenido de valor con más rapidez.

1. Practica el autoconocimiento

Mejora la redacción y crea contenido de valor

¿Has realizado un análisis FODA? Usualmente se emplea para hacer estudios a nivel de empresas o instituciones, pero también es aplicable en el ámbito individual. De hecho, es muy conveniente hacerlo para analizar aquellas variables externas e internas que potencian o restan calidad a tu trabajo.

Desglosemos esta herramienta:

  • Fortalezas: ¿Qué características te hacen destacar frente a los demás?, ¿cuáles son las áreas de conocimiento que manejas?, ¿cuáles son los temas que desarrollas con mayor facilidad? ¿hablas algún idioma distinto al nativo?
  • Oportunidades: ¿Qué caminos puedes recorrer gracias a tus fortalezas?, ¿existe un nuevo proyecto para utilizar las habilidades y conocimientos que no has puesto en práctica?, ¿con qué podrías aportar al sitio web? Por ejemplo, si eres un sagaz investigador, especialista en visualizaciones y programas gráficos, puedes descubrir esa historia que otros no ven y generar un contenido visual cautivante.
  • Debilidades: ¿Cuáles son los errores que cometes a menudo?, ¿necesitas un lenguaje más técnico y no lo tienes? ¿tardas demasiado en escribir?
  • Amenazas: ¿tienes una nutrida competencia con profesionales altamente cualificados?, ¿los lectores de tu mercado están prefiriendo contenidos que tus conocimientos no te permiten entregar?

Al tomar consciencia de todos estos factores, no solo podrás potenciar tus fortalezas, sino que también estarás más preparado para enfrentar tus debilidades y amenazas a tiempo y buscar las soluciones o estrategias más adecuadas.

2. Acepta las críticas y aprende de tus errores

Para cualquier redactor, la retroalimentación es indispensable, ya sea con su editor, otros escritores o quienes consumen sus contenidos. Como se dice coloquialmente, dos cabezas piensan mejor que una. Puedes ser una maravilla escribiendo, poseer toda la experiencia del mundo y recibir innumerables felicitaciones por tus textos, pero eso no es sinónimo de perfección. Siempre es posible mejorar.

Por cierto, aunque cueste, esto implica tener el ego bien controlado. Cuando éste crece como espuma, se convierte en nuestro peor consejero y no deja ver aquellos errores que disminuyen la calidad del trabajo. Es importante buscar a esos ojos críticos que te ayudarán a construir una mejor historia y a visualizar tus equivocaciones. Permite que otros revisen lo que vas a publicar, pide opiniones o sugerencias. Hay mucha gente con talento que puede ser un enorme aporte. No desperdicies esa oportunidad.

3. Leer, leer y leer

Ser un lector empedernido es una condición elemental para redactar artículos de valor. Y las oportunidades para leer son bastante amplias. Tenemos libros, publicaciones de blogs y sitios especializados, diarios, revistas, papers, ebooks, y mucho más. Pero la idea es diversificar lo que lees y consumir páginas más desafiantes. La exposición a una variada gama de temas, estilos, y grados de complejidad, no solo aumentará tu vocabulario, también te llenará de ideas, te enseñará técnicas de escritura y maximizará tu comprensión lectora.

Pero, ¿cómo aprovechar al máximo lo que lees?

  • Subraya o destaca lo que te parezca interesante.
  • Analiza el modo en que el escritor pasa de una idea a otra y cómo estructura las oraciones.
  • Rescata aquellas palabras que no conoces y averigua su significado.
  • Relaciona diversas ideas provenientes de distintos textos y busca un punto en común. Tal vez encuentres el tema para tu próximo artículo.
  • Investiga. Toma alguna frase o dato significativo y busca mayor información en torno a él. Te ayudará a ampliar tu conocimiento, a entender y a formar una opinión más especializada.

Hay muchos otros elementos que podríamos incluir en esta lista, pero lo esencial es enfrentar la lectura sin prejuicios o ideas preconcebidas. De lo contrario, solo se ve o entiende lo que se quiere ver y perdemos la oportunidad de extraer todo el potencial que ese conjunto de palabras tenía para nosotros.

4. Escribe con frecuencia

Escribir se aprende escribiendo, no existe otra manera. Como ocurre en muchas otras áreas del conocimiento, la práctica hace al maestro. Y eso no solo se refiere a redactar frente a un computador o dispositivo móvil. Puedes hacerlo en una libreta o cuaderno e incluso tener una pizarra para anotar las ideas que darán forma a tu próximo texto. Intenta escribir todos los días, aunque sea un par de párrafos. Sin darte cuenta, comenzarás a redactar más rápido y a crear contenidos de mayor valor.

Además, entendamos que escribir para una publicación destinada exclusivamente al papel, no es lo mismo que hacerlo para la web. Por cierto, hay elementos en común para ambas versiones, como las normas ortográficas, la originalidad y la calidad, pero un artículo digital requiere manejar factores adicionales. Por ejemplo, el SEO y el correcto uso de keywords. Es algo que no se aprende de un día a otro, pero que se controla con la experiencia.

5. Busca fuentes de inspiración

Ya lo vimos, leer es una fuente de inspiración inagotable, pero también existen otros canales que te ayudarán a llenar tu cerebro de ideas para crear contenido de valor en menos tiempo, sin perder la originalidad.

  • Estudia. Realiza cursos, busca oportunidades para aprender cosas nuevas. Probablemente sea el camino más largo, pero la satisfacción final será impagable.
  • Asiste a seminarios o eventos especializados.
  • Haz curación de contenidos.
  • Reúne a tu equipo para realizar una lluvia de ideas.
  • Monitorea las tendencias comparando los patrones de búsqueda relacionados a tu mercado. Algunas de las herramientas que puedes usar son Google TrendsBuzzSumo y Mention.
  • Mira las redes sociales. Las plataformas como Twitter, LinkedIn y Facebook son un repositorio de información muy interesante. Por supuesto, hay que filtrar, pero puedes guardar hashtags para revisarlos continuamente, unirte a grupos, y seguir perfiles que te nutran de ideas.
  • Aprende a analizar datos. También es un camino largo, pero como te contamos en Postedin, éstos son un terreno fértil para crear historias geniales.

6. Elimina las distracciones

No siempre es posible aislarse por completo de los ruidos y de las interrupciones, sobre todo cuando se trabaja en equipo y en oficinas con mucha actividad. Pero hay elementos que se pueden controlar.

  • Acceso a redes sociales. Te dijimos que sirven de inspiración, pero también son uno de los principales distractores. Mientras escribes, olvídate de ellas. Y si la tentación por visitarlas es muy alta, la herramienta Strict Workflow para Chrome, será una aliada perfecta para mantenerte concentrado.
  • Organiza tus tareas y tiempo. Tener un plan de acción con objetivos bien definidos, beneficia la productividad.
  • Si es posible, silencia tu celular o apágalo.
  • La música es una excelente compañía. Si te ayuda a crear y mantenerte enfocado, escúchala. Obviamente, con audífonos para no molestar a los demás.
  • Mantén tu escritorio ordenado y deja al alcance todo lo que necesitarás para tu trabajo.

7. Dale un respiro a tu cerebro

Hay momentos en que nuestra materia gris parece estar confabulada contra nosotros. Las ideas no fluyen y la cantidad de horas que ocupamos en cada artículo comienza a aumentar más de lo correspondiente. A veces es difícil, sobre todo cuando se trabaja con un margen de tiempo acotado, pero es necesario descansar. De lo contrario, junto con bajar la productividad, comenzamos a actuar mecánicamente.

Como ejemplifica el sitio Business2Community, cuando decidimos editar o corregir nuestros textos, en tanto terminamos de escribirlos, es muy probable que los errores simples de ortografía y gramática pasen desapercibidos. Por eso, lo ideal es olvidarnos del mundo por un rato, dejar la edición para más tarde y recargarnos de energía. Sal, respira, camina, duerme, escucha música, haz deportes. Realiza cualquier actividad entretenida que te devuelva la concentración.

¿Preparado para redactar? Transformar el contenido de una página web en una pieza poderosa y memorable, requiere de seriedad y mucha dedicación. Reinvéntate, aumenta tus conocimientos, siempre confía en tus capacidades, pero no dejes que el ego te gane cada vez que te felicitan por lo que haces. Si trabajas para crecer como profesional, la calidad de tus contenidos lo hará contigo.

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