El contenido inteligente es una apuesta reciente del marketing digital que otorga una posibilidad única de ajustar los contenidos gradualmente a las necesidades de los potenciales clientes mediante la adaptación del contenido entregado a cada fase del embudo de compra, permitiendo ofrecer diversas navegaciones individuales para cada visitante.

¿Cómo funciona el Contenido Inteligente?

La clave para hacer andar este sistema es la utilización de cookies de navegación. A medida que el potencial cliente interactúa con la web y se sumerge en el funnel de conversión, por ejemplo, llenando un formulario o descargando un ebook, el Sistema de Optimización de Contenidos (COS, por sus siglas en inglés) comenzará a aprender de forma automatizada sobre su comportamiento, almacenando estos intereses en los “tokens” web, que luego darán al software la capacidad de mostrar información cada vez más relevante para el consumidor.

Esta sofisticada tecnología funciona creando varias capas de contenido diferente que se mostrarán al usuario en función de la etapa en la que se encuentre en el ciclo de compra. Estas llamadas “listas inteligentes” contienen información suficiente como para identificar claramente cada una de las diferentes etapas del ciclo de vida, determinada por una serie de parámetros que el administrador de la web puede editar y personalizar según sus estrategias.

Lo que sucederá al interior de la página es que básicamente el sistema integrado alterará de forma constante el contenido que se muestra en texto enriquecido, formulario HTML personalizado, formularios o módulos de CTA, ofreciendo una experiencia de navegación diferente para cada cliente.

Ventajas

Mejora del proceso de lead nurturing y lead scoring

Gracias al Smart Content es posible ahora añadir dinamismo al proceso de maduración que conlleva una estrategia de lead nurturing, proporcionado contenido personalizado en tiempo real al potencial cliente y aprendiendo de forma automatizada sobre sus intereses particulares. Si a esto se agrega la información recabada sobre el consumidor por el sistema de lead scoring, el resultado es un conocimiento global sobre el estado de compra del cliente y el tipo de contenido que le es relevante para completar la conversión.

Personalización de la navegación

La evolución de los contenidos a medida que se avanza en el ciclo de compra permite una personalización nunca antes vista de la navegación web. Desde ahora el cliente recibirá información verdaderamente relevante segmentada en función de sus intereses de forma instantánea. De esta manera se logra un impacto sostenido y visible en la finalización de las ventas.

Mejora de la experiencia del usuario

La mejora de la experiencia del cliente se puede notar en el incremento progresivo de su interacción con el contenido entregado en la web. Esto se verá reflejado en métricas que dan cuenta de su comportamiento como tiempo de sesión, tasa de rebote y páginas vistas durante su visita. Esto sin lugar a dudas favorece enormemente las probabilidades de conversión, además de ser un aspecto fundamental para mejorar el posicionamiento orgánico de la página en los motores de búsqueda.

La evolución natural de las herramientas de gestión de contenidos

Según un estudio realizado por HubSpot, empresa digital líder en Inbound Marketing, el 79% de los usuarios que acceden a un sitio web ansían tener la facilidad de hallar lo que estaban buscando en función de su experiencia previa. Es por esto que la evolución de las estrategias hacia la integración de las herramientas digitales en una sola plataforma es un aspecto clave que permite no solo la gestión y monitorización de contenidos, sino que al mismo tiempo proporciona al administrador una oportunidad única de ofrecer una mejor experiencia y optimizar el rendimiento del sitio de la forma más sencilla posible.

Smart content es el principal responsable de tomar este desafío y dar una solución eficaz al mercado. Compañías como HubSpot ya han entendido esto, y han apostado por potentes soluciones web que buscan relevar a los ya casi obsoletos CMS, cuya principal desventaja es precisamente ofrecer una experiencia estática y fragmentada para todos los usuarios, reemplazando este concepto por un sistema totalmente integrado que va mucho más allá de la gestión de contenidos.