La estrategia adoptada dentro de una campaña de Marketing de Contenidos, nos permite incrementar el número de potenciales clientes. Además de transformar el rol de los consumidores (de pasivo a activo) en beneficio de nuestra marca.

Cómo mezclar el contenido con la comunidad

El escenario para los usuarios en la web 1.0, es similar al de los lectores en la prensa escrita. La única diferencia para marcar es el canal, distribución del contenido mediante un interfaz digital. En ambos casos la audiencia se limita a informarse, no existe otra acción entre el contenido y consumidor. El material es desechado rápidamente producto de la falta de feedback. Dos elementos irrumpieron esta arquitectura de la información: las redes sociales y los comentarios. Así nace la web 2.0. El servicio de microblogging Twitter y la empresa de Mark Zuckerberg (Facebook), juegan un papel elemental al momento de replicar el contenido en manos de la audiencia. Los usuarios son propietarios de medios sociales. Y la incorporación de los comentarios en los portales web, donde las visitas tienen el espacio para comentar, criticar, y consultar.

A esta altura no tenemos que adoptar una estrategia para mezclar el contenido con la comunidad. Internet ya se encargó de realizar esa tarea. La misión de las empresas es liderar una campaña de Marketing de Contenidos, que permita ubicar a nuestra marca en este ecosistema de la comunicación. Garantizar la confianza del usuario, mediante la creación de contenido diferencial a la necesidad del consumidor. Esto nos permitirá conocer a nuestro clientes potenciales, obtener información específica, e incrementar la conversión, con acciones tradicionales tales como: ebooks, guías, whitepapers, checklists o vídeos.

¿Cómo saber qué contenido necesita mi comunidad? Este proceso al servicio de los consumidores, es la clave para revelar la demanda de la audiencia. El intercambio de datos, además de ser un ejercicio para afianzar los lazos con el usuario, posibilita derivar la oferta al cliente indicado. Reciclar la información conseguida para aumentar las posibilidades de formar consumidores leales, es a lo que debes apuntar con tu estrategia.

El contenido es el rey

Para cubrir la creación del contenido de valor, las empresas tienden a delegar está función al equipo de redactores. La creación de contenidos on-demand en manos de los periodistas freelance, es una opción (en tendencia) económica para las marcas. Blasting News y Prenser, son dos ejemplos claros del auge del periodismo en la era digital. Startups que se componen en base a tres ideas: redactores, contenido, y comunidad:

• Blasting News (premiado y financiado por Google): plataforma global de periodismo social. De origen italiano, creado por Andrea Manfredi en el año 2013. El sitio basado en contenido colaborativo, está disponible en treinta y cuatro países. En dos años 650.000 redactores freelance o denominados blasters, conquistaron 50 millones de visitas únicas, producto de 15.000 artículos publicados. El portal se destaca por sus editores estrictos, en proteger la calidad de los artículos.
• Prenser (plataforma periodística argentina): gestionada por emprendedores independientes de la Facultad de Ingeniería de la UBA (FIUBA). Su comunidad está compuesta, en su mayoría, por estudiantes de ciencias de la comunicación. El sitio funciona como un portal web de noticias, con contenido creado por sus redactores freelance. El emprendimiento de carácter pedagógico (una herramienta de práctica), brinda a los estudiantes una primera experiencia productiva en la plataforma de escritura. Entre los temas que trata el portal se encuentran: internacionales; tecnología; espectáculos; estilo de vida; política; sociedad; deportes; policial.
• Postedin: es un marketplace de contenidos on-demand desarrollado en Chile y que funciona en todos los países de habla hispana. Esta plataforma permite crear y comprar contenidos originales. Las personas, de cualquier profesión, pueden registrarse y postular para ser redactores de diversas categorías. Previamente deberán pasar una prueba de selección para certificar su calidad. Al ser aceptados, podrán desarrollar diversos contenidos según las instrucciones específicas que requieran las empresas que solicitan la confección de artículos, posts, infografías, Ebooks, etc. Todo el contenido es revisado por un algoritmo antiplagio y editores que verifican su calidad.