Para el marketing digital la introducción es esencial, ya que, cuando el lector procesa el texto de manera íntegra y se siente satisfecho por la información que ha recibido, hay mayores posibilidades de que acceda a otro artículo y pase más tiempo dentro de la página, lo cual resulta beneficioso para tu negocio, porque te conocerá mucho más y en algún momento podrá hacerse cliente tuyo.
Por ello, si tienes bajo tus responsabilidades la tarea de elaborar contenidos, es importante que aprendas cómo hacer una introducción que atraiga, lo cual implica, en principio, identificar cuál de los tipos de introducción que existen resulta más conveniente para tus posts.
Tipos de introducción elementales
- Narrativa o anecdótica: parte de un fragmento de alguna historia, bien sea propia o de un tercero, que, por su naturaleza, ayuda a enganchar rápidamente al lector.
- Educativa o retórica: educa al lector en torno a un tema específico, mediante una declaración informativa o pregunta retórica que, al ser respondida, sintetice la esencia del escrito.
- Persuasiva: intenta convencer al lector de algo, basándose en los tres elementos claves de la retórica de Aristóteles para persuadir: ethos, pathos y logos.
¿Cómo hacer una buena introducción?
Un buen post no siempre es el más leído, y eso se debe precisamente a la calidad de la introducción. Si quieres saber cómo hacer una introducción de un tema que impacte, además de lucirte con una buena construcción gramatical y sintáctica, toma en consideración los siguientes factores que también son determinantes:
- Ten claro el tema: desglosa los distintos aspectos relacionados al tema que vas a desarrollar, a través de un mapa mental, de manera que puedas organizar toda la información y despejar cualquier duda. Incluso, hay quienes prefieren escribir primero el cuerpo del texto y dejar la introducción de última, lo cual es válido para tener una idea más concreta y poder resumir.
- Abórdalo de lo general a lo particular: estructura tu texto con la técnica de la pirámide invertida, presentando primero los datos que tengan mayor importancia y luego los que sean menos importantes. Si te estás planteando cómo hacer una buena introducción, presenta la idea principal en la introducción y desarróllala con ideas secundarias en el cuerpo del texto.
- Llama la atención a como de lugar: esto lo consigues revelando los secretos de una persona exitosa, por ejemplo, o aplicando metáforas y analogías. Si les das a entender a tus lectores que están haciendo todo mal, también sentirán curiosidad por ver qué sigue, y te seguirán leyendo. Otra forma de llamar la atención es empezar contando una historia o una anécdota personal.
- Identifica al lector y usa su mismo tono: muchas personas que no saben cómo se hace una introducción, escriben pensando en ellas mismas, y quizás lo hacen muy bien, pero probablemente no logran conectar con la audiencia. Si te pones en el lugar del lector, intentando esclarecer cuáles son sus objetivos y sus mayores preocupaciones, los resultados serán más favorables.
- Responde sus posibles preguntas: si interactúas con tus lectores aclarando las dudas que tengan sin esperar que te lo pregunten, generarás confianza en ellos desde el comienzo. En ese sentido, intenta responder las preguntas básicas que puedan hacerse, como, por ejemplo, ¿de qué trata el tema?, ¿cómo va a ser abordado? y ¿para qué puede servir?, entre otras.
- Que no sea muy corta, pero tampoco tan larga: quienes no saben realmente cómo hacer una introducción de un tema, cometen el error de resumir en exceso o, se van al otro extremo y escriben demasiado. Una buena introducción ocupa ⅕ del total del artículo, así que, si tu texto llega a las 1.000 palabras, la introducción no puede pasar de las 200.
- Recurre a distintos formatos: no todo el mundo capta la información del mismo modo, por ello existen hoy en día distintos formatos, ¿cómo hacer una introducción atractiva, aprovechando las múltiples posibilidades de comunicar que ofrecen las nuevas plataformas digitales?, incluye archivos de video, audio o imagen cerca de ella, y harás que el mensaje llegue por distintas vías.
Ahora que sabes cómo se hace una introducción de calidad, no dejes pasar ninguna oportunidad y comienza a captar la atención de tus lectores, para que se conviertan en asiduos visitantes de tu blog o página y terminen estableciendo una relación productiva de beneficios para ambas partes.
