¿Sabes qué es la nomofobia?
La palabra nomofobia proviene de la expresión en inglés: no mobile-phone phobia (fobia a no tener móvil), y se define como el miedo excesivo e irracional a no poder utilizar un teléfono móvil o dejarlo accidentalmente en casa.
La nomofobia es un trastorno que afecta al 53% de los usuarios móviles, tratándose en su mayoría de adolescentes, por su necesidad de ser aceptados por los demás y estar más familiarizados con las nuevas tecnologías.
Según un estudio realizado por la Universidad de Hong Kong, ya en el año 2016 los ‘tecnoadictos’ a teléfonos inteligentes triplicaban a los enfermos por otras adicciones en el mundo, y los insight en tecnología y redes sociales, publicados en Postedin, muestran que estos números tienen una gran tendencia a incrementarse.
Por ello, te mostraremos algunas señales que te ayudarán a descubrir si eres nomofóbico o si podrías llegar a serlo.
Señales de que eres Nomofóbico
1. Te angustias si no estás conectado
Si tu concentración se pierde fácilmente y tu humor cambia de forma radical, cuando no tienes acceso a internet desde tu móvil, podrías estar experimentando síntomas nomofóbicos. La angustia generada que puede causar este hecho no es saludable ni para ti, ni para tus relaciones interpersonales en tu entorno social.
Las personas nomofóbicas sienten la urgencia de estar informadas y comunicadas con quienes se encuentran lejos, mientras que pueden llegar a descuidar las amistades y relaciones familiares que se encuentran a su alrededor.
2. Sientes pánico cada vez que dejas olvidado tu móvil
Si al dejar por accidente tu smartphone en casa o en el trabajo, sientes una necesidad extrema de regresar a buscarlo, aunque esto te genere gastos extras o afecte tu puntualidad, debes estar alerta. No permitas que asuntos como estos te causen estrés o preocupaciones innecesarias, que puedan repercutir en tu salud.
3. Llevas tu teléfono a todas partes, incluso cuando vas al baño
Si no puedes separarte de tu dispositivo móvil ni un segundo, comes e incluso duermes con él, puede que esto se esté convirtiendo en una necesidad psicológica. Si no tomas medidas, sentirás una profunda depresión, irritabilidad, enojo e inquietud, cada vez que te separes del teléfono.
4. Pierdes la noción del tiempo cuando utilizas tu móvil
Es necesario que examines el grado de control que tienes sobre tu tiempo en relación a las horas que inviertes en las redes sociales, los juegos móviles o el chat. Podrían estar pasando horas sobre ti, descuidar tus necesidades y responsabilidades sin darte cuenta. Recuerda que tu móvil puede ser tu aliado en la gestión de tu tiempo y de tus tareas, aprovéchalo.
5. Tienes problemas para conciliar el sueño
Entre las características más comunes de la nomofóbia, se encuentra la falta de descanso. La necesidad de estar conectado a través de tu dispositivo móvil podría estar afectando tus horas de sueño, generándote dolores de cabeza, tensión corporal y presión ocular.
6. Es lo primero que ves al despertar y lo último que ves antes de dormir
Si acostumbras revisar tus medios sociales a través del móvil al despertar (incluso antes de lavarte la cara y cepillarte los dientes) y antes de irte a dormir, como si se tratase de un ritual, puedes que seas nomofóbico.
7. Prefieres pasar el tiempo con tu teléfono que hablar personalmente con tus conocidos
Si estás en una reunión familiar o con tus amigos, y las notificaciones de tu teléfono parecen ser más importantes que tu interacción con ellos, es hora de tomar medidas. La adicción al móvil puede provocarte conflictos con los miembros de tu familia, tu pareja y tus compañeros de trabajo.
¿Qué puedes hacer para superar la nomofobia?
Lo primero que debes hacer es reconocer que tienes una adicción. Dado ese paso, con un poco de voluntad y la disposición de tomar acción, podrás hacerle frente de forma gradual. Para ello, sigue los siguientes consejos:
Realiza acciones sencillas y puntuales de forma progresiva. Puedes comenzar por restringir algunas horas de uso, apagar el teléfono antes de dormir y evitar encenderlo para revisarlo a media noche, o poniéndole límites a tu plan de datos.
Trata de salir de tu casa sin tu dispositivo móvil. Organiza breves salidas con tus amigos o familiares sin llevar el teléfono. Déjalo en casa si tienes que ir de compras o a algún lugar cercano.
Silencia las notificaciones. De esta manera evitarás la ansiedad de revisar a cada instante los mensajes que están llegando. No hace falta que les contestes a todos enseguida, el mundo no se acabará si no contestas de inmediato a un mensaje o no le das like a una publicación de Instagram.
Los teléfonos inteligentes pueden ser herramientas muy útiles, sobre todo si trabajas con ellos, o tienes una empresa. Cuando se utilizan de forma correcta, pueden potenciar tu negocio, ayudarte a comunicarte con tus seres queridos y te permiten tener acceso a cualquier información en el momento oportuno. Pero siempre será necesario cuidar y desarrollar tus espacios de conversación real, creando y manteniendo buenas relaciones interpersonales, en tu vida personal y profesional.
